De escribir al final del acta:
Mi renuncia es irrevocable
Y que lo pequeño burgués
Te brotaba a mitad de la reunión
Cuando salías por tus Marlboro
En vez de aceptar los Delicados
Que proletariamente ofrecían
Cuando siento que perdiste
Tus mejores años en la célula
Y que fuiste buen militante
A pesar de todos ellos
Que ahora te consumes
Entre la quincena y el alcohol
De las noches sabatinas
Con tu corbata de maridito fiel
Y el latir de tu corazón electorero
Cuando lo pienso
Apuro el resto de veneno
Que dejaste olvidado
[Catálogo de criaturas licenciosas, 1998, BUAP]
1 comentario:
Tuviste la fortuna de convivir con Óscar...que la tranquilidad y la resignación, llegue a tu corazón, muy pronto.
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