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lunes, 23 de abril de 2012


UMBRAL

Qué tenebrosos los estados beatíficos de Teresa de Jesús.

¡Ah, si de ese calibre fuera el Anuario de Psiquiatría!

Pero la clínica es categórica al respecto:

hablar a las paredes es indicio demente

sólo y-sólo-si ésta respondiera con alguna incoherencia.

Lo cual resta puntos cuando en la escala decimal

ascendemos de la sexta a la octava sin tocar el piso.

BLUES JEANS



Puedo hacerte feliz, sí,

pero un rato.

No me pidas que siempre

porque un día vendrán por mí

o yo iré por ellos.

No me digas, nena,

que todo lo puede el amor,

si nunca estamos de acuerdo

qué camino elegir

o en qué amigos confiar.

La noche recoge

sus aves negras en un puño,

y tú quieres que nos acurruquemos

para morir juntos y felices;

pero yo estoy balanceándome

en la ventana,

con los dedos contando

cuántos pájaros caen.

Y ya ves: ahora debo sentarme

a escribir un blues

y ponerme triste.

Puedo hacerte feliz

mientras no golpeen la puerta

y ordenen que salgamos

con las manos en alto;

porque, nena, no me quedaré

a oírte sollozar

mientras la ciudad se quema.