MÁXIMAS DISCURSIVAS ATRIBUIDAS (ERRÓNEAMENTE) A CICERÓN
XL. Desdeñemos, pues, a quien con premeditada falsía oculta
la fuente de sus dichos y los hace aparecer como anónimos, a sabiendas de que
los incautos se los atribuirán gratuitamente.
LII. No has de pretender que tus adversarios en una disputa
piensen como tú; ruega a los dioses porque piensen.
LVII. Argumenta y contraargumenta; no pontifiques.
LXX. Si respetas a alguien no te apropies de su habla.
LXXVI. Dijo Hécuba esto, aquello dijo Hécuba: ¿tu ladrido es
igual de potente?
LXXXIV. No inicies una guerra que no habrás de concluir.
CI. Está en tu potestad resucitar las palabras de otro,
siempre que no las desentierres para envilecerlas.
CVIII. No arrastres por las murallas a los muertos que tú no
victimaste.
[Juan Jorge Ayala]
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