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lunes, 15 de febrero de 2010

De Catálogo de criaturas licenciosas

Ríes cuando digo

que deseo morder tu cuello

Ignoro si es porque piensas

que no soy capaz

De transgredir

las leyes naturales

O porque el peso

de mis ancas batracias

hace ridículo el intento



Cómo absuelve tu piel

mi tarascada

Si con tanta devoción

rezo para poseerte

Ávido de consagrar tus líquidos

si te mueves a mi ritmo

mansa

Diciendo cosas que no escucho

pues ya tu desamor

afila su otra zarpa



Vieja zorra

estrega con ardor tu sexo

contra el racimo de uvas

cuando escuches que los monos

anuncien festivos

la hora de poseer

a todas las hembras



Sé del andar cansino

con que te alejas

mientras duermo

si con la vulva insatisfecha

ensalivas la tierra

y aguardas que alguien

(y qué si mudo o sordo o ciego)

cerca de aquí

te huela



Ciertas costumbres sibilinas

te guarecen

de la mal llamada libertad de sexo

ninfa–

maniaca

Para preservar tu historia

confiero a mi especie

el derecho de gozarte

(mientras pueda)



Internarte en la maleza

es un delirio

si al fauno enerve

dictas fieras poses

Hay quien domeña

el momento

y te obliga a cumplir

sus fantasías

Algún capricho erótico

que mengüe por un rato

tu habitual celo

Al fin qué…

Te importa el gozo

un animal que viva encima

y no junto

y que por inexperto

ignore

la verdad de tu pelambre

desteñida



Con 40° a la sombra

–en esta tierra sin nomenclatura–

proclamo tu realeza

por debajo del género

y cubro con urgencia

tus primeras heces

para salvaguardar

mi bestial olfato algebraico



El corazón de la víctima

rumora

nuevas frases de amor

cuando en la espesura

el verdugo

consuma su despecho

y el árbol

que aloja los zarpazos

de la bestia enamorada

gime



No culpes al lebrel

–si distanciado–

arranca con despecho su correa

y se alista para otra cacería

No culpes al desasido

Sabes que te debe

su virilidad

y el control de sus ansias

en el apareo

amén de la pregunta obligada:

¿Te gustó?

–La perfección del amante

se da en relación inversa

al fracaso de su “primera vez”–



MORALEJA

El que huye no existe

Si no huye existe

Si existe huye


La trampa eres

1 comentario:

Anónimo dijo...

HOLA AMOR, MIS MEJORES DESEOS PORQUE ESTE SEA ELINICIO DE TU REGRESO ACTIVO A TU MUNDO DE LA POESIA Y PRONTO PUBLIQUES.